
El Viernes noche como viene siendo habitual, nos reunimos entorno a una gran mesa los distintos participantes llegados de Asturias, Madrid, Alcazar de San Juan, Zamora y nosotros los anfitriones. Pocas ganas de acostarse, muclas risas y la camaradería de siempre.
Al día siguiente la ruta que nos esperaba era la mejor posible. El firme perfecto, curvas de todo tipo y los paisajes más espectaculares que la sierra de Guadalupe nos puede ofrecer. El único pero, esta primavera tan peculiar que nos obsequió con una lluvia que nos perjudicó antes de la comida en Navatrasierra.
La cantidad de comida adecuada y con una calidad excepcional,nos que nos invitó a hacer una larga sobremesa y permitir al sol secar los impresionantes treinta kilómetros que nos esperaban tras la comida. Sanglas y sanglistas disfrutaron de una carretera preciosa, que nosotros llamaros desde ahora “ Formariz “. Las fotos dan fe no me invento nada de nada.
Como estos “ jovenzuelos “ no tenían bastante y ya se conocen al zona ( algunos han estado ya cuatro veces en los últimos 14 meses ), se recorrieron otro valle que va a parar a Alía, pero por detrás, ( La Caleta ) y hacer unos kilómetros extras de disfrute, donde se aprecia él pesado chasis Sanglas , con su proverbial nobleza y comodidad. La noche del Sábado fue menos animada como es normal, el cansancio y el pensamiento en la ruta del domingo invita a acostarse temprano, o menos tarde, según se mire.
La ruta del domingo estrenamos una bonita carretera que el año pasado estaba en obras. Desde Logrosan a Berzocana, con un asfalto negro negro de lo nuevo que está, vas y naturaleza espectacular.
Otros asistentes optaron por una visita cultural a las minas restauradas curiosamente por Asturianos , temprana comida de cierre de fin de semana, que unos por una cosa ( trabajo ) y otros por la larga distancia hasta sus casas , invitaba a no alargar más la estancia en Logrosan .
Hasta el año que viene.